Consta de 3 etapas con un recorrido de 90 Kms. Es ésta la última etapa del camino. Tradicionalmente los peregrinos que finalmente habían llegado hasta el Sepulcro y conseguido abrazar al apóstol, seguían unos kilómetros más para llegar a Finisterre,para alcanzar lo que los Romanos llamaban el fin del mundo " Finis terrae", se consideraba que más allá no había nada. Actualmente, sigue siendo Finisterre el fin del camino para los creyentes, que llegan allí para una purificación espiritual. A lo largo de los siglos, se desarrollaron en Finisterre éstos "ritos de purificación", allí el peregrino realizaba tres actos: Bañarse en la Costa de la Muerte, en la "playa da Langosteira". Se quitaba así el polvo de todo el camino y limpio de cuerpo y espíritu comenzaba su nueva vida redimido del pecado. "Quemar las ropas", el peregrino con el fuego se deshace de todo lo material, quemando todo aquello de su vida pasada que no le beneficiará para comenzar su nueva vida. Y ver la puesta de Sol, simbolizando la muerte del Sol en el mar y la resurreción al día siguiente, así como el alma del peregrino que resucita al ser indultado por Dios. En la última década son cada vez más los peregrinos que se acercan a Finisterre a cumplir el casi obligado ritual de purificación.